Camuy, Puerto Rico - A pesar del dolor por la muerte de su hija, el evangelista Yiye Ávila se siente tranquilo porque su fe le convence de que la segunda de sus retoños se encuentra ahora con el Señor, afirmaron hoy amigos y líderes de su ministerio.
José Joaquín Ávila, a quienes todos conocen como Yiye, se encontraba en su hogar junto a su esposa Carmen “Yeya” Talavera, en espera de noticias sobre el traslado del cuerpo de su hija, la también pastora Iris Noemí Ávila Talavera, quien falleció el martes en Venezuela.
Sus amigos y compañeros del Ministerio Cristo Viene, en Camuy, se convirtieron ayer en portavoces de la familia para tranquilidad del evangelista de 83 años de edad y su esposa.
“Queremos pedirle al pueblo que ore por su familia para que Dios los fortalezca en esta prueba difícil que están viviendo”, dijo Tommy Figueroa, vicepresidente de la junta del Ministerio Cristo Viene.
El momento del traslado de la evangelista todavía es desconocido por la familia que hacía gestiones con el Departamento de Estado. Un grupo de la familia viajaría a Venezuela para coordinar el proceso.
Ávila Talavera, de 56 años de edad, se encontraba en Venezuela donde abrió varias iglesias afiliadas a su propio ministerio.
Hacía una semana que la pastora se encontraba en Venezuela y antes de regresar a Puerto Rico iría a Ecuador y Perú, según explicó Frank Martínez, director general del Ministerio de Yiye Ávila.
A la pastora le sobreviven tres hijos, un varón y dos mujeres. Los tres mayores de edad.
Ávila Talavera iba en compañía de una amiga cuando el auto que conducía la pastora al parecer patinó en una vía que conduce de Maturín a Anaco, en Venezuela. Su amiga identificada por la prensa venezolana como Yanetcy Estílin Martínez resultó herida.
En el siniestro también murió la perrita Kendy, quien la acompañaba todo el tiempo.
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