Hace varias semanas aparecieron en puertas de comercios unos pequeños carteles con la foto de Verónica, una joven que vive en La Plata y que a través de Internet había iniciado la búsqueda de su madre. Ella, la joven, había sido entregada apenas nació a un matrimonio que la inscribió como propia en el Registro Civil del Hospital Regional de Comodoro Rivadavia.
La historia conmovió a Alfredo Antonio Rueda, un vecino de la ciudad. El hombre, con el apoyo de su esposa e hija, decidió colaborar con Verónica en la búsqueda de su madre, se contactó con la joven, conoció su historia, armó un pequeño cartel, lo fotocopió y lo pegó en los lugares más visibles de la ciudad. Dejó su teléfono. Jamás pensó que se iba a encontrar con historias más o menos parecidas a la de Verónica.
Conmovido y dispuesto a ayudar acaba de crear una asociación para favorecer los canales de búsqueda.
“Nunca imaginé...”
Cuando comenzó a indagar respecto de la madre de Verónica, “no imaginé que existía tal enorme cantidad de personas que estaban en la búsqueda de sus madres, y tantas otras que están buscando a sus hijos”, dice Rueda, que conoció innumerables historias tras las llamadas al teléfono que dejó en los cartelitos con la foto de Verónica.
Nunca antes se había interesado por este tipo de cuestiones, tal vez el trabajo, tal vez otras ocupaciones, el caso es que las historias que escuchó lo impulsaron a indagar en Internet para darse cuenta que, “es infinita la cantidad de personas que están en la misma situación”.
La Asociación
Ahora bien, después de haber hablado con varias madres que llamaron con la ilusión de que Verónica fuera su hija y, viendo la enorme cantidad de hijos que buscan a sus madres como también madres que buscan a sus hijos, Alfredo Rueda decidió crear en Comodoro Rivadavia, una Asociación, sin fines de lucro, para atender y colaborar este tipo de búsqueda que afecta a tantas personas.
La iniciativa es, por ahora, para colaborar únicamente con casos vinculados a Comodoro Rivadavia.
La Asociación pretende abrir un canal de búsqueda donde las madres que por diversos problemas personales entregaron a sus hijos para adopción, como así también a los hijos adoptados que quisieran dar con el paradero de sus verdaderas madres, algo similar a lo que ocurre con Verónica.
Mandatos culturales
Para el día de la Madre, en este suplemento, se comentó la historia de una mujer que, a los 15 años había quedado embarazada. Su madre y su abuela la escondieron en la casa hasta que fue el momento del parto. Tuvo una niña y le impidieron todo tipo de contacto, enseguida se la entregaron a un matrimonio que no podía tener hijos.
Esta mujer creció, se casó y tuvo otros hijos, pero nunca se olvidó de esta pequeña aunque no sabía donde estaba. Así, cada Navidad, Año Nuevo u ocasión de brindis, ella les recordaba a todos sus hijos que tenían una hermana. Pasaron muchísimos años, más de 40, hasta que una de sus hijas empezó la búsqueda de esa “hermana perdida” a la que finalmente encontró, propició el encuentro de su mamá con esta hermana mayor y así se cubrió esa ausencia que, como un gran hueco, llevaba esa mamá a la que le arrebataron la niña.
“Los tiempos han cambiado -dice Alfredo Rueda-, antes los padres eran muy severos cuando sus hijas quedaban embarazadas antes de casarse y, todo lo que estuviera vinculado con el sexo era visto como algo pecaminoso. La mujer era educada para casarse “como Dios manda”, y tenía que llegar “virgen al matrimonio”. Este era el mandato cultural y religioso, cualquiera que se saliera de ese esquema conmocionaba y avergonzaba a los padres ante una sociedad demasiado hipócrita.
Actualmente casi se podría decir muchas mujeres solteras deciden tener solas a sus hijos y, si ocurriera por accidente no sufre el rechazo familiar. En el caso de las embarazadas adolescentes existe un mejor acompañamiento de los padres aunque hay lamentables casos todavía para contar.
¿Dónde estás madre?
Hijo ¿Dónde estás?
En su curiosidad por el mundo de internet, Alfredo Rueda encontró que la mayoría de las instituciones colaboran con casos de gente que busca a sus abuelos, tíos, a hijos que huyeron de su familia, etc. “pero no hay nadie, por lo que yo he podido observar hasta ahora, que se aboque a solucionar este problema en particular, el de madres e hijos”.
Las madres que, buscando a su hija, se contactaron con Rueda, son mujeres que nunca se han podido recuperar emocionalmente de semejante desprendimiento y todas tienen la ilusión de encontrar a sus hijos.
La mayoría de estas mujeres no pueden ocuparse de la búsqueda, tampoco tienen herramientas o no saben donde recurrir. Muchas de estas mujeres son mayores, inclusive abuelas. Dice Rueda que, esta situación es distinta en los hijos que buscan a sus madres, “los jóvenes tienen acceso a internet, a la tecnología”.
Un granito de arena
En la corta experiencia que tiene en este tema, desde que decidió ayudar a Verónica, comprobó que hay muchas madres e hijos que sufren porque la vida los ha separado. Rueda asumió, por sensibilidad, por humanitarismo... por elección, decidió que podía ayudar.
Una historia lo impulsó: “fue el caso de una madre que me llamó pensando que Verónica podría ser su hija. La señora, después de hablar conmigo, se sintió con la fuerza de comenzar a indagar por sus propios medios y me comentaba cada paso que iba dando”.
La mujer fue al registro del Hospital Regional, al Registro de las Personas, al final la fecha del nacimiento de su beba no coincidió con la fecha del nacimiento de Verónica, pero en su casa comenzó a gestarse un estado de conmoción tal, que ella, armándose de coraje, decidió contarle a su esposo y a sus hijos, ya todos mayores de edad, que ella, cuando tenia 17 años vino embarazada de Chile y que sus padres decidieron dar en adopción a su hija recién nacida.
Hasta el momento, ella había ocultado su propia historia a los seres que amaba, por temor y vergüenza, pero al contrario recibió el apoyo incondicional de su esposo y de sus hijos. ”
“Madres e Hijos que se buscan”
La idea se consolidó y decidió formar la asociación “Madres e Hijos que se buscan”. Intentarán comunicarse con personas de todo el país que se encuentra en esta situación de búsqueda, recurriendo a portales de otras ciudades. Todo en la medida de las posibilidades de quienes integran esta asociación, ya que todos tienen sus compromisos de trabajo. Verónica, la chica de La Plata que busca a su mamá biológica también integra la asociación. Y otras personas dispuestas a colaborar.
Este emprendimiento humanitario, al principio funcionará solamente por Internet y teléfono: Familia Rueda, 447-8820 y celulares 156-218129 y 156-211135).
. http://madresehijosquesebuscan.blogspot.com/
Fuente://Diairio Cronica/
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