El Cristianismo
Su importancia y los signos de su falsificación
Por Sidnei Ribeiro de Souza
Es muy común hoy en día encontrar productos que son ofrecidos al consumidor teniendo como principal atractivo los símbolos de las grandes marcas que éstos llevan, pero, sin ser en verdad manufacturados por éstas dichas empresas. A éstos, se lo denominan, “Productos truchos”, que, más allá de presentaren similitud con los originales, siempre demuestran signos de que son desprovistos de la tecnología, prolijidad y resistencia que éstos tienen. Hay aquéllos que los adquieren conociendo esta realidad y hay aquéllos que en busca de lo verdadero, no aceptan tales falsificaciones, tornándose así atentos observadores de lo qué compran. Tanto al uno como al otro, la responsabilidad es personal, ya sea, en los beneficios o en las consecuencias negativas de su elección. El cristianismo no es un producto de consumo, (aunque algunos así lo tienen), pero sufre el mismo fenómeno, cuando es presentado o vivido por comunidades que se identifican como “cristianas”, pero que están lejos de la originalidad anunciada y enseñada por Jesús y sus apóstoles. A esta altura usted puede estar pensando: ¡¡Uf!! Uno más que dice tener la verdad delante de tantas religiones e iglesias existentes. Pero, lejos de nosotros esta soberbia. Lo único que queremos es comentar, que formas de “cristianismo” son presentados hoy en día en nuestra ciudad y darle la oportunidad de evaluar estas expresiones con la Biblia, que es el único libro autorizado, por ser la palabra de Dios, a guiarnos en el conocimiento del mensaje y enseñanza de Cristo para la salvación y redención del hombre.
La importancia del Cristianismo
No pocas veces se escuchan las frases: “Todos los caminos llevan a Dios”; “No importa la religión que uno tenga, lo importante es que se busque a Dios”. Se encuentran en estas frases dos palabras muy importantes para el cristianismo. Una es camino, y la otra es religión. Tanto una como la otra son registradas en la palabra de Dios y se les añade significados reveladores y particulares de la importancia del cristianismo para la humanidad. Las frases anteriormente mencionadas, revelan que la mayoría de las personas creen que existe un Dios y que hay un anhelo en el corazón del hombre de un día unirse a Él. Este anhelo lleva a las personas a elegir un camino que identificaron como verdadero a fin de alcanzar este propósito. Este camino generalmente tiene una connotación religiosa, aunque, hay otros que viven su verdad sin la preocupación de estar un día con Dios y por eso, se contentan en vivir una ideología o pensamiento que pueden ser político, humanista, científico, donde, lo que buscan es desarrollar la humanidad y sus relaciones, a fin de lograr un mejor vivir. Es exactamente ahí que se hace necesario comprender la importancia del cristianismo que, más que una nueva opción para la humanidad, presentase como la única forma de traer el verdadero bienestar espiritual, emocional y físico a las personas, dado a las declaraciones de Aquél que es el centro del cristianismo: Jesucristo el Hijo de Dios. Él dijo: …Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al padre, sino por mí. (Juan 14:6). Jesús es el hijo de Dios que vino desde el cielo, a fin de conducirnos de vuelta a la comunión con Dios, perdida, a causa de nuestros pecados. Al leer estas palabras dichas por Jesús podemos notar que Él llama para sí la responsabilidad de guiar al hombre nuevamente a Dios, declarando ser la única forma por la cual todos aquellos que quieren, pueden hacerlo y también, descarta la posibilidad de existir varias religiones o caminos que puedan llevar al hombre a adorar, servir y tener comunión con el creador. Hablando bien claro, El cristianismo, o más bien, la fe en Jesús, Él hijo de Dios, es la única forma por la que Dios aceptará los seres humanos en su presencia, ya sea en vida o después de la muerte.
Signos de su falsificación
Por ser tan claro en la palabra de Dios (La Biblia), que Jesús es el único que puede llevar al hombre a tener contacto y comunión con Dios, los enemigos de este grande beneficio, han desparramado en las naciones de la tierra un “cristianismo” falsificado que lo altera en sus contenidos de único, original y universal, haciendo con que muchas personas de fe sincera, sean engañadas. Pasamos a relatar algunos signos o características encontrados en un supuesto cristianismo, que hoy en día se encuentra siendo predicado, del cual, debe Usted y su familia ser informado a fin de defenderse de este engaño, pues, se trata de un caso de vida o muerte, vida eterna o perdición eterna, felicidad o tristeza y dolor eternos. Son ellos:
“El cristianismo que no honra a Jesucristo como el único intercesor”: Este es el “cristianismo” que presenta otros intercesores delante de Dios y no solamente a Cristo. Estos intercesores son comúnmente, seres humanos como nosotros, ya fallecidos, a los cuales suponiéndose que están en la presencia de Dios, tienen la capacidad de escuchar nuestras oraciones y reivindicar a Dios que las responda. Esto es un error muy grave, porque desprecia el testimonio bíblico de la obra de Cristo en su muerte y resurrección, siendo que por esta obra, Él fue acepto por Dios Padre, como el único medio por lo cual nos podemos comunicar con Dios. Analiza el texto bíblico:
“…Cristo es el que murió; más aun, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.” Romanos 8:34.
“El cristianismo que no reconoce a Jesús como siendo Dios”: Hay aquellos, que por no aceptar la doctrina original de que Jesús es Dios en forma humana, lo presentan como salvador, pero no lo reconocen como Dios, cerrando sus vidas a los cambios y al poder que él nos da, a través de su vida resucitada, confiando en la propia fuerza o esperando de Dios Padre, una supuesta fuerza espiritual, a fin de tener capacidad para obedecerle y cumplir con su obra. La Biblia nos enseña que no podemos vivir ni hacer nada sin Jesús (Juan 15:5), y que él, para hacer con que seamos salvos, victoriosos y guiados, nos suministra su Espíritu, que es el mismo Espíritu Santo y, si él nos es Dios, como podría hacernos este beneficio, se trataría entonces de espiritismo, lo que la Biblia desaprueba, más por ser Dios, Jesús puede y da de su Espíritu. Analiza los textos bíblicos: “…Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.” (Juan 20:22) y aún: “…Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.” (Romanos 8:9 y 10).
Entendemos ser éstas las principales características de la falsificación del cristianismo hoy en día, aunque existen otras y, volvemos a reiterar que es de suma importancia que entendamos estas verdades y rechacemos toda falsificación de este mensaje de salvación y poder. Nos ponemos a su disposición para mayores informaciones y que Dios los bendiga en Cristo Jesús.
Misión Evangélica Argentina para Cristo
Fuente: El Vocero
Boletín Evangelizador de la Misión Evangélica Argentina para Cristo – Caleta Olivia – SC - Antártida Argentina y Pje. D – Barrio 3 de Febrero - WWW.ad-Taubate.org.br/caletaolivia
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