“Sólo nos queda decir que si Dios está de nuestra parte, nadie podrá ponerse en contra nuestra”
Romanos 8:31
(Traducción en lenguaje actual)
Era lo último que faltaba, esa fue la cereza de ese pastel amargo que las circunstancias que te han rodeado los últimos días o semanas provocaron.
Parece que ahora si no hay más razón para seguir, vez como todo está en contra y por más que intercedes no hay ni una milésima de muestra de que algo cambiara. Pareciera que te encuentras solo frente a todo, como que si por un momento estuvieras desnudo sin protección en una guerra sin tregua.
Por una extraña razón lo primero que se te viene a la mente es tirar todo por la borda, rendirte, renunciar a este camino que lleno tu corazón de un gozo verdadero y que ni la felicidad momentánea que antes experimentabas pudo llenar.
Tweet |