Gary Lane, CBN News.
Es uno de los asesinos más crueles del Jemer Rojo. Doick comandó la prisión Tuol Sleng durante tres años.
Más de doce mil hombres, mujeres y niños murieron aquí, después de torturas prolongadas. La firma de Doick aparece en muchas órdenes de ejecución.

Nic Dunlop, fotógrafo y autor dice, "el tiene la clave para revelar los secretos del Jemer Rojo, que fue una organización muy secreta y hasta ahora nadie sabe exactamente cómo se llevaron a cabo las ordenes de ejecución, quien las dio, como se transmitieron y como se interpretaron".
Los camboyanos creen que Doick es un vínculo crucial para dar a conocer la verdad sobre el pasado.
El es el único de cinco antiguos líderes del Jemer Rojo que ha confesado sus crímenes. Su testimonio podría condenar a los que ordenaron las matanzas y traer justicia a las víctimas.

“El tiene la capacidad de alumbrar grandes áreas que durante décadas han permanecido en la oscuridad para periodistas e historiadores”, dice Dunlop.
Los cristianos dicen que el también podrá ayudar a la nación a entender el perdón. En 1993 – mientras vivía a escondidas con una identidad falsa, Doick se convirtió a Cristo. Christopher Lapel, un pastor camboyano-americano, lo llevó a los pies de Jesús.
“Se me acercó y me dijo, Pastor Christopher… soy un pecador y no creo que mis hermanos y hermanas me puedan perdonar porque mis pecados son muy profundos”.
Hoy, Doick admite que hizo cosas horribles… y ha pedido perdón por los asesinatos. El año pasado volvió a la prisión donde tantos sufrieron a manos suyas.

Reach Sambath, Oficial del Tribunal dice, "vino aquí y pidió permiso para orar por las víctimas que murieron y pudimos ver la emoción en sus ojos”. Doick sabe que debe pagar por sus crímenes y está dispuesto a contar todo en el juicio.
Dice “pueden tomar mi cuerpo, cristo tiene mi alma.”
"El es muy fuerte en su fe y esta dispuesto a testificar y le gustaría decir la verdad, toda la verdad acerca de lo que el hizo a su gente”, dice Papel.
El caso de Doick no es inusual. Muchos soldados que antes eran del Jemer Rojo se han entregado a cristo últimamente. Peilin, en el noroeste, antes fue una sede del Jemer Rojo. Ahora hay varias iglesias cristianas en esa región.
Aquí antiguos soldados del Jemer Rojo siguen a cristo. ¿Y qué de las víctimas del genocidio? algunos de ellos están escogiendo el camino del perdón.

"Yo sentía mucha ira hacia el régimen de Pol Pot y hacia los que cometieron crímenes durante esa época y tan pronto acepté al Señor y empecé a aprender la Palabra de Dios, el Señor me permitió perdonar y olvidar y seguir con mi vida”, dice un cristiano llamado Keo.
San than Keo, tenia ocho años cuando el Jemer Rojo forzó a su familia fuera del hogar.
Keo supo después que habían matado a su madre y a su padre y también mataron a siete de sus hermanos. Dice que pasaba muchas noches llorando hasta que una maestra de música lo llevo a cristo en 1990.

Ahora canta al seguir por el camino divino hacia el perdón. La oración de su pastor es que otros camboyanos se unan a el…
"Solo a través del poder de Dios, el poder del perdón nos puede ayudar a perdonar…mi esperanza para el futuro es que convertiremos estos campos de matanza en campos de vida”, dice el pastor Setan Lee.Fuente: Mundo Crisitiano
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