Dice la Palabra de de Dios que La bendición de Dios enriquece , y no añade tristeza, Cuando buscamos primeramente El Reino de Dios y su justicia. El vicio del juego acarrea mucha tristeza Bolsillos vacios, y sin nada en la alacena. Lotería, bingos y quinielas, van dejando los hogares en al quiebra; y las vidas decaídas en gran manera. Sin deseos de servir a Dios como antes era Van apagando el fervor y la confianza en el Dios Verdadero; y se achica el amor a Dios y al ministerio. EL amor al dinero es la raíz de todos los males. Dice el Salmos 119:56 “Estas bendiciones tuve porque guarde tus mandamientos. Me alegraré de tus mandamientos; mas que de toda riqueza.” Por lo general en el juego de azar; se gana 5 y se pierde 50. O si se gana 50 y pierde 500. Gran ganancia es la piedad, acompañada de contentamiento .He visto muchas caras largas por causa del juego; que me juzgue Dios si miento. Solamente El Espíritu Santo; puede llenar en el corazón el vacio. He visto muchos meterse en los bingos hasta el hasta el hastío; y después queda en desvaríos. El vicio de juego, es un demonio despiadado; que a muchos en la miseria ha dejado. Otros justo a tiempo han escapado; acudieron humillados Al Dios Amado; El cual rampio sus ataduras; librándolos de angustias futuras. El cual rompió sus ataduras; librándolos de angustias futuras. Alabado sea Dios; que levanta de la miseria al pobre; y lo hace sentar en las alturas. Dice el Salmo 119:72 “Mejor es la ley de tu boca; que millares de oro y plata” Sin la guía del Señor; es seguro que voy a meter la pata. Ciertamente la avaricia no es buena; porque trae muchos sinsabores. Mejor es lo poco del justo; que las riqueza de muchos pecadores. Porque las riquezas codiciándolas algunos; fueron traspasados de muchos dolores. Además la codicia quita la vida a sus poseedores. No es bueno quedar en la vía, por tanta porfía. Más vale trabajar con las manos y tener abrigo y comida. Dice la Palabra de Dios: las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos; y es hermosa la heredad que me ha tocado Lejos de los vicios seremos más que victoriosos; y estaremos fortalecidos para esta guerra espiritual que ha comenzado. No he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan. Así como los ríos van todos al mar; los que buscan a Dios, tendrán dulce paz. Dice en Proverbios 10:4 “La mano negligente empobrece, mas la mano del diligente enriquece mas y mas”.Autor: Franco Marino – Domiciliado en San Andrés de Giles –
Provincia de Buenos Aires - Argentina
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