Para lograr su victoria, Barak Obama aprovechó el descontento del pueblo con una economía en crisis y una administración de poco apoyo popular. Sin embargo, casi la mitad del país no votó por él.
“A aquellos Americanos cuyo apoyo aún no he logrado…aunque no logré sus votos, escucho sus voces y necesito su ayudo. Y también seré su presidente”, dijo Obama en su discurso de victoria.
Hubo celebraciones, pero también lágrimas y abrazos…reconociendo el momento histórico con la elección del primer presidente de raza negra.
Dos mujeres presentes en la celebración de Obama contaron la naturaleza histórica de esta noche y la importancia que tiene.”
“…Solo deseaba que mi padre estuviera aquí. Hemos esperado tanto por esto.”
“Nadie ha visto algo así jamás. Posiblemente no se repita algo así.”
El pueblo cristiano estadounidense reaccionó de varias maneras. Algunos felicitaron al nuevo mandatario, otros desean apartar las diferencias y trabajar juntos y otros insisten en que fiscalizarán de cerca su desempeño en la casa blanca.
El hecho de que Obama ganó el apoyo de muchos evangélicos, según el analista Robert Jones indica que están pensando en más que un solo problema.
“En las encuestas vemos que el tema del aborto todavía es prioritario, sin embargo en algunas encuestas pre-electorales, interesantemente vimos que el aborto no estaba entre los cinco temas mas importantes. Cosas como la economía, el costo de la energía, el cuidado médico…es otra razón por lo que digo que es un reordenamiento religioso.”
“Que Dios bendiga los Estados Unidos de América”, manifestó Obama en su discurso.
En lo que todos parecen coincidir es en la necesidad de orar por sabiduría para el nuevo presidente y poner el futuro del país en las manos de Dios.
Stanley Jeter - Mundo Cristiano.
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