
Las lágrimas corren por el rostro de Beatriz cuando habla de cómo su vida se vino abajo cuando se enteró que era VIH positivo.
“Todos me rechazaban,” recuerda. “Pensé que mi vida había terminado. Pero luego participé en el Programa El Buen Samaritano y encontré aceptación, esperanza y amor. Por ello pude sostenerme y hacer algo bueno con mi vida. Ahora estoy en capacidad de apoyar a otros que están pasando por lo mismo que yo pasé.”
Esta abuela de Kenia es una de los cientos de miles de personas en África que están dando un giro a sus vidas a través de un programa educativo VIH/SIDA fundamentado en la Biblia llamado Programa del Buen Samaritano....