(Mt 22:29) Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios.
La Palabra escrita es para reveler la Palabra Viviente, no para esconderlo a El (Lc 24:44-45).
Hay un punto muy importante de el por que vemos muchas personas caer en casi todas sus dificultades y problemas por no decir todos, y es la palabra (errar) tal palabra viene del griego (planáo) lo cual es: vagar en seguridad, verdad o virtud, extraviarse, descarriarse. Viene de la palabra (pláne) que es: fraude, desviarse de la piedad, error, ser engañado. Su raiz viene de (plános) lo cual significa: andar incierto, vagabundo, ser guiado por el engaño. Todo esto denota: cuando una persona es dirigida por una falsedad,y que el mismo la toma como su verdad de vida.
Muchos conocen la profecía más que al Profeta, a la enseñanza más que al Maestro, y al mensaje más que al Exponente del mismo. El dio Su Palabra escrita para que conozcamos a Su Hijo como nuestra Vida. El conocer al Señor es la base de la vida del creyente. La clave para el crecimiento no es conocer la Biblia, sino conocer a Cristo por medio de ella, (para que sepamos lo que Dios nos ha concedido - 1 Co 2:12). Y de esa manera crecemos en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo (2 Pd 3:18).
Si no conocemos la Biblia como la misma Palabra de Dios, todo esta perdido (2 Tim 3:16-17, 2 Pd 1:19-21). ¿Dónde hemos aprendido algo acerca del Señor claramente? debemos ser no solo expositores de la verdad, sino exponentes de ella (Gal 1:24). No es solo poder describirla, o ponerla en el orden correcto, sino tener esa palabra para nuestra propia vida por el Espíritu Santo el cual nos enseña todas las cosas, y nos recuerda todo (Jn 14:26).
El error es pensar que porque podemos describir una verdad, ya por eso la hemos aprendido. No es describir una verdad, Sino vivir en y por la Verdad (Jn 14:6, 17:17), El proposito de ello es revelar a su Hijo en nosotros (Gál 1:15-16). No hay mayor demostración del poder de Dios en la vida de un creyente que el Espiritu Santo aplicando la vida de Cristo en nosotros mediante Su Palabra.
Y así podremos decir: ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí (Gál 2:20).
Tomado del Libro: Una Vida Dependiente -
Tweet |